martes, 21 de octubre de 2008

Barack Obama y la libertad en Cuba

El candidato a la presidencia de Estados Unidos por el partido demócrata, Barack Obama, prometió este viernes ante la comunidad de exiliados cubanos de Miami, que no levantará el embargo que pesa sobre la isla.
Con esa promesa, coincidió con su contrincante, el republicano John McCain, que el martes había comparecido ante el mismo auditorio: la Fundación Nacional Cubano-Americana, uno de los grupos de exiliados más influyentes en la política local y en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Obama también estuvo de acuerdo con su rival en su exigencia de que las autoridades cubanas celebren elecciones libres, liberen a los presos políticos, permitan la formación de nuevas organizaciones políticas y la existencia de nuevos medios de comunicación.
Hasta aquí, parece que no habría grandes diferencias entre los dos candidatos en cuanto a su política hacia Cuba en caso de llegar a la presidencia. Las exigencias tampoco eran muy distintas a las que han hecho hasta ahora todos los presidentes de Estados Unidos.
Pero cuando el aspirante demócrata dijo que levantará las restricciones a los viajes y el envío de dinero hacia la isla, además de marcar distancia con su rival y con el actual gobierno, le arrancó a los cubano-estadounidenses probablemente el aplauso más nutrido que le han dado los miembros de esa comunidad a un miembro del partido demócrata.
Diplomacia directa
Sin embargo, el verdadero interés de este viernes estaba centrado más bien en cómo iba a responder Barack Obama a los ataques de John McCain, que lo acusó ante los exiliados de querer reunirse incondicionalmente con el presidente cubano, Raúl Castro.
"Mi política hacia Cuba estará orientada por una sola palabra: libertad", dijo Obama.
"John McCain anda por el país diciendo que yo me quiero reunir con Raúl Castro, como si me fuera a tomar una taza de té con él. Eso no fue lo que yo dije y John McCain lo sabe", explicó el candidato demócrata.
Aseguró que su objetivo es encabezar la que llamó una política de diplomacia directa. "Pero tiene que haber una preparación muy cuidadosa". Agregó que eso va a ocurrir "únicamente cuando tengamos la oportunidad de impulsar los intereses de Estados Unidos y, más importante, de impulsar la libertad del pueblo cubano".
En medio de nuevos aplausos de los más de 700 asistentes al encuentro, Obama prometió que la comunidad de exiliados cubanos va a ser parte de ese eventual diálogo entre su gobierno y el de Cuba.
"Todos somos americanos"
Al igual que John McCain el martes, Barack Obama también dedicó parte de su discurso ante la comunidad cubana a la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina.
Al respecto, acusó al gobierno de George Bush de darle la espalda a la región por embarcarse en la guerra contra Irak, hizo un inventario de los problemas que aquejan a la región y de las ideas que tiene para ayudar a solucionarlos cuando sea presidente de Estados Unidos.
Acusó al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de haber sido elegido por los votos pero que no gobierna democráticamente. "Él habla mucho, pero solo para fortalecer su propio poder", dijo Obama.
Agregó que en su gobierno seguirá apoyando a Colombia en su lucha contra los grupos guerrilleros y paramilitares y en el combate al narcotráfico, pero mantuvo su posición de que no se apruebe un tratado de libre comercio con ese país hasta que se garantice "que los trabajadores puedan mejorar su vidas".
"El futuro de las Américas está estrechamente vinculado con el futuro de los Estados Unidos. Todos somos americanos", dijo Barack Obama.

Personalmente creo que debe de ganara Obama para callarle el hocico a Bush el cual dijo que "el dia que un negro gobierne USA el mundo se va acabar".

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